SINOPSIS
Tres madres, Lucero Carmona, Doris Tejada y María Ubilerma Sanabría, cuyos hijos fueron asesinados por el Ejército colombiano entre el 2007 y el 2008 – lo que se dio a conocer como los mal llamados “falsos positivos” -, relatan los sueños que tuvieron durante la búsqueda de sus hijos. Estos sueños fueron premoniciones a sus muertes y coincidieron con la fecha del crimen. Un audiovisual resultado de un año de talleres con énfasis en las artes audiovisuales donde surgió la posibilidad de construir colectivamente un cortometraje en el que ellas decidieron cómo contar sus experiencias.
FICHA TÉCNICA
DIRECTORES DEL PROYECTO: Ariel Arango Prada y Juanita Candelaria González. DOCENTES: Candelaria González / Ariel Arango / Carolina Satizábal /// CREACIÓN COLECTIVA: Candelaria Gonzáles / Ariel Arango / Lucero Carmona / María Ubilerma Sanabría / María Doris Tejada / James Sanabria / David González / Carolina Satizábal. /// PRODUCCIÓN: Juanita Candelaria González / Entrelazando /// EQUIPAMIENTO TÉCNICO: Ariel Arango / Carolina Satizábal FOTOGRAFÍA Y CÁMARA: Ariel Arango / Candelaria González / Carolina Satizábal / Las luchadoras Amorosas / James Sanabría. /// DISEÑO GRÁFICO Y AFICHE: Nanu Kübler /// ILUSTRACIÓN: Andrés Osuna /// MÚSICA: Daniel Arango Prada (Pi, Fluctuations, El pájaro Azul) / Candelaria González (Renacer) / Lucero Carmona (Mi gran amor) / Carlos Esteban Gómez (Canto de ordeño -Autor: Antonio Estévez) / Taller de Retazos (Padres) / Fréderic Chopin (Prelude in E-Minor (op.28 no.4) / María Sanabría (La democracia de Uribe, Adiós son despedida) /// EDICIÓN Y MONTAJE: Ariel Arango /// AGRADECIMIENTOS: Centro de Memoria Paz y Reconciliación / Juan Nicolás Sánchez.
COLOMBIA, 2016.
CRÍMENES DE ESTADO
– LOS MAL LLAMADOS “FALSOS POSITIVOS” –
Durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) se perfeccionó en cantidad y horror esta práctica sistemática de asesinatos que según fuentes se remonta a los años ochenta. Se trata de ejecuciones extrajudiciales realizadas por miembros de las Fuerzas Públicas, algunas de ellas en connivencia con el paramilitarismo. En los inicios la mayoría de las víctimas eran sustraídas de sus casas o fincas y sus cuerpos aparecían muertos allí mismo. Con el tiempo comenzaron a buscar también sus víctimas en otros lugares, haciendo aparecer sus cuerpos incluso a cientos de kilómetros de sus hogares, como fue el caso de los hijos de Doris Tejada, Lucero Carmona y María Ubilerma Sanabría.
En estos casos, por lo general fueron uno o varios “reclutadores” con falsas promesas de trabajo quienes engañaban especialmente a jóvenes, pero no únicamente, para después entregarlos al Ejército quienes los asesinaban y torturaban a cientos de kilómetros de sus hogares. Posteriormente escenificaban un supuesto campo de batalla: baleaban los árboles, les cambiaban las ropas, les ponían armas y regaban casquillos por los suelos.
Todo un montaje que requirió además de la complicidad de los distintos equipos de trabajo de la Policía Judicial, la Fiscalía o Medicina Legal, entre otros, quienes certificaban que fueron “muertos en combate”.
Una farsa que permitió -y permite- a los militares implicados cobrar primas, incentivos e incluso ascensos o periodos vacacionales al declarar que asesinaron en combate a guerrilleros o miembros de bandas narco-criminales. Y todo ello al amparo de directivas, circulares y políticas dictaminadas por el propio gobierno colombiano y el Ejército a sabiendas de la Comunidad Internacional para continuar con la expropiación y el despojo.
Actualmente sigue sucediendo y no hay una cifra exacta de esta atrocidad, sólo cifras inciertas, incompletas, que no dan cuenta de la realidad vivida. De ese dominio de la muerte sobre el cual el poder ha tomado el control.
– LOS SUEÑOS –
En el despertar del amanecer solemos olvidar rápidamente los sueños en los que hemos permanecido intensamente toda la noche. Si bien, a veces los recordamos con fuerza, con detalles e incluso los compartimos, y así construimos un relato de lo soñado, pero finalmente la tendencia es a olvidarlos. Quizás porque como decía Borges, el sueño es “ese reborde de la vida que no posees.”
Sin embargo, hay algunos sueños concretos que por algún motivo no olvidamos, que recordamos, con sus detalles, con sus imágenes, con sus colores, sus sensaciones… y por qué no, con sus olores. Son sueños de los que recordamos incluso las palabras que en ellos escuchamos, que en ellos decimos. Sueños que son mensajes a su vez. Sueños que nos traen escenas pasadas, que revivimos o que creamos. Que nos reconfortan o asustan. Sueños que aunque pasen los años seguiremos rememorando con sus detalles.
La ausencia es algo inaprehensible para siempre.
¿Cómo amortiguar la tristeza corrosiva de la ausencia?
LUCERO CARMONA
Madre de Omar Leonardo Triana, quien fue asesinado cuando tenía 26 años por miembros del Batallón Pedro Nel Ospina (4º Brigada) el 15 de agosto del 2007. Era su único hijo.
El dolor está presente y en su relato, Leonardo toma vida y se le siente cerca. Lucero pasó casi cuatro años a la espera, buscando, sin saber qué había sucedido, hasta que le notificaron que había muerto. Cuatro años marcados en el calendario. Su cuerpo apareció en la vereda de Monteloro, Barbosa, Antioquia. Fueron muchas las negligencias, las complicidades, los abusos… Violencias que permitieron que aún no se sepa exactamente qué sucedió. Leonardo estaba con vida en Medellín, telefoneó a su madre y al día siguiente apareció muerto como NN. Los soldados que le asesinaron dijeron que hubo un combate y que era de bandas narco-guerrilleras. Las evidencias revelan que la versión de los militares es falsa y que fue un crimen de Estado, pero el caso sigue en la total Impunidad.
” — En esos recuerdos hay una noche. La noche en la que él murió. Me acuerdo tanto de esa noche, y es que yo me soñé con él. Lo vi atado de pies y manos, en una casa de madera. Yo subí una escalera y allí lo tenían. Había un mostrador en madera como si fuera una casa vieja. Después unos militares nos llevaron por unos caminos y nos bajaron por otros. Leonardo se quedó allí. Entonces yo salía de nuevo y le estiraba la mano. Él me gritaba: “— ¡Mamá, no me deje acá! ¡no me deje acá!” Y me seguía gritando y yo me alejaba por el camino. En ese momento, fue cuando sentí un dolor en mi vientre tan fuerte que me desperté y miré el reloj, más o menos iban a ser las dos de la mañana.
Leo se me aparece mucho en mis sueños. Y ahora sé, que ese sueño fue la noche en la que él murió.“
MARÍA UBILERMA SANABRÍA
Madre de Jaime Estiven Valencia quien fue asesinado el 9 de febrero de 2008 por militares de la Brigada Móvil 15. Días antes, Estiven salió de casa, recorrió las calles de Soacha y en algún momento se encontró con sus reclutadores quienes lo entregaron a los soldados tras recorrer cientos de kilómetros por la geografía colombiana. Tenía 16 años. Su cuerpo a los meses apareció en una fosa común en Las Liscas, Ocaña, Norte de Santander, junto a otros jóvenes también asesinados. Dijeron que era un guerrillero muerto en combate.
La primera audiencia judicial del caso fue en el año 2015. Dilataciones, conflictos de jurisdicciones implican que el caso continúe sin sentencia y en la impunidad.
” — La tierra ¿usted es la tierra? Tierra fresca, está mojada, está roja. Es la sangre. Es la sangre de los inocentes, la sangre de nuestros hijos ¡oh por Dios!. Estoy buscando, estoy buscando. Buscó. Buscó. Estoy buscando, aquí entre la tierra. Aquí debe de estar, aquí. Es donde él me dice que está, donde él me señala, donde él me muestra. Aquí está. Juro por Dios. La tierra. La tierra húmeda tiene su aliento, tiene su sangre, tiene mis lágrimas, tiene las lágrimas de tantas madres que buscan a sus hijos. Tierra. Tierra.
¿Por qué tanta injusticia? ¿dónde están nuestros hijos? ¿dónde están?… La justicia, ¿dónde? ¿dónde encuentro justicia? ¿a quién le digo? ¿a quién le pido? ¿a quién le digo que me ayude a encontrar justicia? Quiero justicia. Necesito justicia. Justicia, ¡por Dios!. ¿Cuántas cosas pasan? nadie sabe. Nadie tiene conocimiento de lo que está sucediendo. ¿Por qué? porque la gente no mira, no se da cuenta de lo que está sucediendo. ¿Por qué orgullo? ¿por qué vanidad? ¿para qué? ¡Oh Dios! Lo único que nos queda, tomarnos de las manos y seguir adelante. Gritar justicia. Buscar justicia. Encontrar justicia. Que se haga justicia.
La Lluvia. Está lloviendo. La lluvia son las lágrimas. Las lágrimas de tantas mujeres que como yo le han asesinado a sus hijos el Estado. El Gobierno se ha encargado de tantas masacres, de ríos de sangre, son ríos de sangre. Han acabado con nuestros hijos. Han acabado con nuestros jóvenes.”
DORIS TEJADA
Madre de Óscar Alexander Morales, tenía 26 años cuando salió de su casa para visitar a su hermano menor en Cúcuta, era noviembre de 2007. El 31 de diciembre recibió su última llamada. Fue asesinado el 16 de enero por militares, miembros del batallón la Popa, en el municipio de El Copey, Cesar. Pero no fue hasta el 2011 cuando la Fiscalía le reportó que su hijo había aparecido “muerto en un combate” y que “era miembro de bandas criminales”. El dolor se prolonga porque hasta la fecha todavía no ha podido recuperar el cuerpo de su hijo, se cree que fue enterrado como NN en un potrero propiedad de la Alcaldía de El Copey que hace las funciones de cementerio.
Y al igual que los asesinatos de Leonardo y de Estiven, el de Óscar sigue en la impunidad.
” — Eran más o menos las diez de la noche, cuando estábamos durmiendo con Darío en mi cama, cuando empecé a soñar, que algo en mi vientre como que se desprendía, sudaba y lloraba muy fuerte. Sentí una corazonada, era como algo que le avisa a una el corazón. Desperté a Darío y le dije: ” — Mi amor no sé qué es lo que me está pasando, pero lo siento como tan real, acabo de soñar con Óscar y siento que algo le está sucediendo.” Me respondió: “— No mi amor eso es que él va aparecer, va a venir.” Me dolía mi vientre, sentía que algo se me desprendía. Me dijo: “— Briégate a dormir otra vez de nuevo y mañana averiguamos qué es lo que está pasando.” Yo me quedé quietica, allí en la cama para dejarlo dormir a él. Pero volvió y me cogió el sueño y era tan real que lo estaba viviendo, lo estaba sintiendo, empezó un sudor frío que me recorría todo mi ser. Sentía que el corazón me dolía empezaron a salir cantidades de lágrimas y todo mi cuerpo sudaba de repente un escalofrío como algo tan real que yo lloraba y lloraba, podía llenar un tanque de lágrimas, yo sentía que algo le estaba pasando y sí.
Hoy en día sé que Óscar estaba agonizando. Esa era la comunicación entre él y yo. Como yo lo tuve en mi vientre, algo se me estaba desprendiendo, era él que se le estaba yendo la vida, poco a poco. Muy doloroso, hoy lo veo tan real, que hubo esa comunicación entre hijo y madre.”
PROYECCIONES
09.16. Lanzamiento Fundación Pro Siembra. Bogotá. Colombia.
09.16. Lanzamiento. Edificio de Posgrados. Dpto. de Ciencias Sociales Universidad Nacional. Bogotá. Colombia.
10.16. Clase de maestría análisis de las violencias Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. Colombia.
11.16. Universidad de Caldas. I Encuentro de Antropología Visual. Maizales. Colombia.
16. Proyección en Fecode, Sindicato de profesores, Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación. Bogotá. Colombia.
03.17. Tecnológico de Monterrey. Auditorio de Periodismo. México.
05.17. Casa Memoria Viva, barrio el Codito, colectivo La Chagra. Bogotá. Colombia.
05.2017. Pontificia Universidad Javeriana en la clase de Teoría del conflicto, profesor Pedro Valenzuela. Bogotá. Colombia.
06.17. Seminario Rastros y Rostros de la violencia. Centro Cultural La Corrala, Museo de Artes y Tradiciones Populares, Universidad Autónoma de Madrid. España.
08.17. Cineforum: diálogos sobre crímenes de Estado, crímenes de lesa humanidad y ejecuciones extrajudiciales. Semillero Memoria, Facultad de Ciencias Sociales, Conversatorios Cesycme, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. Colombia.
08.17. La Sala, Espacio Cultural, evento realizado por el Colectivo La Vendimia Records, Bogotá. Colombia
11.17. Universidad de los Andes. Maestría en Construcción de Paz. Profesor Juan Pablo Aranguren. Bogotá. Colombia
11.17. Cine Club “La Imagen Viajera”. Nochi Cultural L´Aldea. Bogotá, Colombia.
12.17. Teatro de los Sentidos. Barcelona. España.
01.18. Universidad del Barrio. Sesión de Historia. Madrid. España.
03.18. La Polveriera Spazio Comune. Florencia. Italia
04.18. Taller Internacional “Desapariciones: debates sobre fronteras, bordes y límites para la expansión de una categoría”. Universidad de los Andes. Bogotá. Colombia.
06.18. Encierro por los derechos de las y los inmigrantes. Plaza Gardunya. Barcelona.
07.18. Jornadas sobre Colombia. Tres històries de lluites y resistencies. Sindicat de Comissions de Base. Barcelona.
07.18. Espacio del Inmigrante. Barcelona.
10.18. Falsos Positivos en Colombia. Olla comun Culturas Latinoaméricanas en Resistencia. Ateneu del Raval. Barcelona.
04.19. FINCALI Festival de Cine Ambiental. Instituto departamental de Bellas Artes. Cali. Colombia.
04.19. FINCALI Festival de Cine Ambiental. Universidad Nacional. Palmira. Colombia.
04.19. FINCALI Festival de Cine Ambiental. Universidad del Valle. Buga. Colombia.